sábado, 11 de diciembre de 2010

trabajo de cristobal el colón

LOS VIAJES DE COLÓN
El viaje del Descubrimiento: 1492
El primero y trascendental de los viajes a América se inició en el puerto de Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492 formando una flota de tres naves, la Santa María (a bordo de la cual iba Colón), la Pinta y la Niña. La primera etapa terminó en las Islas Canarias donde se hicieron algunas reparaciones y desde donde no partieron las naves hasta el día 6 de septiembre. El propósito de Colón al viajar hacia el sur fue evitar los viento q ue soplan en latitudes mayores. Entre los paralelos 25 y 30 estos vientos contrarios no se da, sino que la navegación hacia el oeste se beneficia de los vientos alisios que impulsan hacia el oeste, en dirección a lo que Colón pensaba que era el Extremo Oriente de Asia.
Este viaje (de Canarias a América) duró poco más de cinco semanas casi siempre con vientos favorables. Un auténtico “paseo” comparado con el casi un año que invirtió Vasco de Gama en llegar a la India. Y sin embargo el viaje de Colón incluía no pocos aspectos admirables. Dejando de lado el mérito de Colón para poner en marcha una expedición rechazada por los expertos como inviable y que, de hecho, Colón estaba muy equivocado en las distancias (eran mucho mayores) que separaban España de las costas de Asia; hay que valorar lo que supone en aquellos tiempos navegar por mar abierto, por rutas desconocidas y sin ser capaz de medir la longitud, ni la latitud con demasiada precisión. Prácticamente el único instrumento del que disponía Colón era la brújula con el cual se podía sólo fijar el rumbo, es decir, en su caso podría mantener las naves en dirección oeste de una manera razonablemente precisa. Los navegantes averiguaban el paralelo en el que se encontraban (la latitud) mediante la observación y calculo del ángulo de visión de ciertos astros como la estrella Polar. La distancia recorrida era calculada de manera aproximada. En función de esa distancia los navegantes podrían hacerse una idea de sobre que meridiano (la longitud) se encontraba la nave. Conocidas ambas coordenadas se podría fijar la posición de la nave, aunque en los siglos XV y XVI el cálculo de la longitud era tan aproximado, que se cometían enormes errores a la hora de fijar la posición de un barco o un accidente geográfico.
Estas condiciones de navegación tan difíciles están probablemente en el origen de muchas de las leyendas surgidas en torno al viaje de Colón. Se ha dicho que Colón no se hubiera aventurado de no disponer de más información de la que confesaba, llegándose incluso a decir que ya conocía la existencia de tierra al otro lado del Atlántico por la confesión de algún misterioso navegante arrastrado al otro lado del Atlántico por tempestades.
La realidad es que quienes se oponían al proyecto de Colón no lo hacían porque pensasen que la dirección fuese incorrecta, de hecho, muchos reconocerían que supuesto que la tierra es una esfera podría llegarse al este viajando hacia el oeste; sino porque consideraban que la distancia entre las costas ibéricas y las del extremo oriente eran insuperables para los barcos de la época. Se dice que Colón pensaba que entre las costas españolas y las de Asia habría sobre cinco mil kilómetros, cuando la realidad es que esa cantidad hay que multiplicarla por cuatro. Por suerte para el proyecto castellano en medio estaba América, donde llegó Colón el 12 de octubre de 1492 .
En América Colón recorrió el mar Caribe llegando a Cuba o lo que es hoy la República Dominicana. En esos viajes se perdió la nave Santa María, con cuyos restos se construyó un fuerte en el que se quedaron unos pocos voluntarios. El 15 de enero de 1493 la expedición inició su regreso a España, y aunque habían encontrado poco de lo que buscaban (no habían aparecido ni las especias, ni las ricas ciudades asiáticas), el Almirante procuró darle un aspecto interesante a los descubrimientos realizados cuando tras llegar a Palos se trasladó a Barcelona para informar personalmente a los Reyes Católicos de sus descubrimientos. Además fue cuando se público la conocida Carta de Colón que sería reimpresa en multitud de ocasiones y daría fama a su descubridor por toda Europa.

   
El Segundo Viaje: la colonizacióon
El 25 de septiembre de 1493 se iniciaba el segundo viaje de Colón. Las prisas por organizar esta segunda travesía hay que atribuirlas a los deseos del Almirante de demostrar que había llegado a Asia y al temor de los Reyes Católicos a que sus rivales portugueses intentasen algún tipo de exploración por los nuevos territorios, ya que según el Tratado de Alcaçovas les pertenecería cualquier descubrimiento realizado al sur de las Islas Canarias.
Esta nueva expedición no era ya sólo un viaje de descubrimiento, sino de conquista: con los marineros iban colonos ansiosos por encontrar las riquezas que había descrito Colón, religiosos para convertir a los nativos, animales domésticos y plantas para poner aquellas tierras en producción.
En cuanto a los descubrimientos de este segundo viaje merece destacar la llegada a Puerto Rico y Jamaica, y el descubrimiento de que los voluntarios que se quedaron en el primer viaje estaban todos muertos como resultados de luchas internas y de las venganzas de los nativos a los cuales los españoles habían robado y maltratado.
Este segundo viaje provocó muchas tensiones entre los españoles que no encontraron las riquezas fáciles que buscaban (oro y especias) y las primeras revueltas de los nativos contra los invasores. Además Colón fue incapaz, por supuesto, de encontrar el más mínimo rastro de las ricas y poderosas civilizaciones asiáticas. Algunos españoles muy descontentos escaparon hacia la península de manera que cuando Colón regresó a España tuvo que enfrentarse a los relatos contrarios a su persona que estos habían difundido.
El tercer viaje: el Paraíso Terrenal
En mayo de 1496 partió una tercera tentativa de Colón, al mando de una flota de seis barcos, para demostrar que había llegado a Asia viajando hacia el oeste. Además de encontrarse con que los españoles de América se habían rebelado contra su autoridad, quizás el mayor descubrimiento de este viaje fuese la desembocadura del río Orinoco. Al ser una corriente de agua dulce tan poderosa sólo podría provenir no de una isla, sino de una enorme extensión, de un nuevo continente, ya que era evidente que no era Asia. Pero en la cabeza de Colón sólo cabía la geografía clásica que afirmaba que las tierras no cubiertas por el mar (África, Asia y Europa) estaban unidas formando un todo sólo separadas por mares y por un gran océano que es el que había cruzado por tercera vez entre Europa y Asia. Colón concluyó que estas nuevas tierras no eran otra cosa sino el Paraíso Terrenal descrito en la Biblia.
Este viaje termina sin que el Almirante encuentre Cipango (Japón) ni las costa de China, e incluso ante las noticias de rebeliones y abusos, los reyes enviarán desde España a poner orden a Francisco de Bobadilla, quien empezó por retirarle a Colón toda su autoridad en aquellas tierras y terminó por encarcelar a Colón y sus hermanos. De hecho, el viaje de vuelta a la península en el año 1500 lo hizo Colón preso y encadenado.
 

     
El cuarto viaje. Muerte de Coloón
A pesar del desastroso final del tercer viaje Colón vio cambiar su situación y, aunque los reyes no le devolvieron los poderes y privilegios que le concedieron en las Capitulaciones de Santa Fe, le encargaron un cuarto viaje iniciado en 1502 con el objetivo de descubrir el paso hacia Asia. Colón llegará a tocar tierra en la zona de Panamá, pero una vez más tuvo que regresar sin cumplir sus objetivos. Morirá en Valladolid en 1506 sin haber conseguido su objetivo, desposeído de sus cargos y sin saber que había descubierto para los europeos el “Nuevo Mundo”.
Las desgracias de Colón no acabaron con su muerte, pues al año siguiente de su fallecimiento se publicó un libro de geografía que incluía un mapa del cartógrafo alemán Waldseemüller donde se recogían los relatos de un navegante florentino, Américo Vespucio (TEXTO) (o Amerigo Vespucci, o Americus Vesputius), que afirmaba que los descubrimientos hechos tras 1492 (él mismo había participado en alguna de las muchas expediciones españolas) no eran tierras asiáticas sino un nuevo continente. En ese mapa de 1507 las nuevas tierras aparecen denominadas como América en su honor, y aunque en España se siguieron llamando Indias durante siglos, el nuevo nombre se hizo pronto muy popular en otros países.
Portugal


Monasterio de La Rábida, Palos de la Frontera (Huelva).


Monumento a Cristóbal Colón inaugurado con motivo del 500 aniversario de su fallecimiento, situado en los jardines exteriores del Monasterio de La Rábida.
Entre 1483 y 1485 ofreció por primera vez su proyecto al monarca de Portugal, el cual encargó que fuera analizado por una junta de expertos, denominada Junta dos Matemáticos que finalmente desestimó la empresa.[94] [95] Sin embargo, el rey Juan II no quiso que se cerraran totalmente las puertas para futuras negociaciones y posiblemente concediese mayor veracidad al proyecto colombino que el que le dio la junta examinadora. Hernando Colón escribió en su Historia del Almirante que Juan II envió secretamente una carabela siguiendo el rumbo que Colón había indicado, pero regresaron sin haber conseguido llegar a ninguna tierra nueva.[96]
En 1485, al fallecer su esposa Felipa[91] y por la falta de apoyo a su proyecto, abandonó Portugal y viajó hacia Castilla en busca de patrocinio.[31

Castilla
Si bien los primeros cronistas[97] y algunos testimonios de los pleitos colombinos[N. 2] reflejan que Colón llegó a Castilla con su hijo Diego Colón, entrando por el Puerto de Palos hacia finales del año 1484 o comienzos de 1485,[31] [97] [98] [99] hay algunos autores que no admiten estos sucesos como ciertos,[N. 3] [100] aunque es la versión apoyada más frecuentemente. Según dicha versión, en el vecino monasterio de La Rábida, hizo amistad en primera instancia con fray Antonio de Marchena y años más tarde con fray Juan Pérez, a quienes confió sus planes. Los frailes lo apoyaron y recomendaron a fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel I.[101] En la vecina villa de Moguer también encontró el apoyo de la abadesa del convento de Santa Clara, Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico. Colón se dirigió a la corte, establecida por entonces en Córdoba, y entabló relaciones con importantes personajes del entorno real.[31]
Si bien el Real Consejo rechazó su proyecto, consiguió ser recibido en enero de 1486, gracias al valimiento de Hernando de Talavera, por la reina Isabel, a quien expuso sus planes.[102] La reina se interesó por la idea, pero quiso que, previamente, un consejo de doctos varones, presidido por Talavera, diera un dictamen sobre la viabilidad del proyecto, mientras asignaba a Colón, pobre de recursos, una subvención de la corona.[103] [104]
El Consejo se reunió en la Universidad de Salamanca y, basándose en la circunferencia aceptada de la Tierra desde Eratóstenes, que era de 252.000 estadios (tomando el estadio egipcio, tendría un error del 1% sobre la medida aceptada ahora de 40.000 km) dictaminó que la distancia que había a las verdaderas Indias era excesiva y determinó la viabilidad del proyecto como absolutamente imposible.[105] [106] [107] También parece que las exigencias económicas y políticas expuestas por Colón eran muy altas, como se vio en las Capitulaciones de Santa Fe.[108]
La reina llamó entonces a Colón, diciéndole que no descartaba totalmente su plan. Mientras el navegante esperaba, se dedicó a vender mapas y libros para mantenerse económicamente.[109]
Conoció en esa época a la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, que vivía con un primo y trabajaba como tejedora. Nunca se casaron, aunque a su muerte Colón le legó su fortuna e hizo que su primer hijo, Diego, la tratara como a su madre verdadera. Tuvieron un hijo, Hernando o Fernando Colón, quien viajó con su padre a América en su cuarto viaje y años más tarde escribió la Historia del Almirante Don Cristóbal Colón, una biografía de su padre quizás excesivamente elogiosa.[110] [111]
Colón pasó nuevamente a Portugal a intentar suerte[112] pero, por las razones antedichas, sin resultado. Talavera le recomendó ofrecer su proyecto a Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, quien se mostró interesado y acogió a Colón durante dos años en su palacio de El Puerto de Santa María.[113] [102] [112] Sin embargo, al ser consultada, la reina mandó llamar a Colón y le prometió ocuparse de su plan tan pronto como se terminara la conquista de Granada.


Deza y Colón. Detalle del monumento a Colón de Madrid (A. Mélida, 1885).
En diciembre de 1491, Colón llegaba al campamento real de Santa Fe de Granada. Su proyecto fue sometido a una nueva junta, convocada por la reina, pero nuevamente se rechazó.[108] Parte importante de la oposición era por las exigencias desmedidas de Colón.[31] [114] En esos momentos intervinieron Luis de Santángel y Diego de Deza, quienes ganaron para su causa al rey de Castilla, Fernando, consiguiendo su apoyo.[115] [116]
Las arcas de los monarcas, debido a las distintas campañas bélicas y en especial la toma de Granada, no pasaban por sus mejores momentos, es por ello que Luis de Santángel, escribano de ración, se ofreció a prestar el dinero que le correspondía aportar a la corona, 1.140.000 maravedís.[117] [118] [119] Consta en el Archivo de Simancas la devolución de esta cantidad a Luis de Santángel.[N. 4

Viajes a las Indias


Viajes de Colón.
Artículo principal: Descubrimiento de América
Véase también: Anexo:Naves usadas por Cristóbal Colón en sus viajes
Cristóbal Colón realizó un total de cuatro viajes a lo que hoy se conoce como América:
En el primer viaje zarpó del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y, pasando por las Islas Canarias, donde estuvo desde el 9 de agosto al 6 de septiembre, llegó a las Bahamas el 12 de octubre, arribando posteriormente también a las islas La Española y Cuba. Volvió de La Española el 4 de enero, llegando a Lisboa el 4 de marzo y a Palos el 15 de marzo de 1493.
En el segundo viaje partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, sale de Hierro el 13 de octubre y llegó a la isla Guadalupe el 4 de noviembre, explorando Puerto Rico y Jamaica. Regresó a Cádiz el 11 de junio de 1496.
En el tercer viaje zarpó el 30 de mayo de 1498, desde Sanlúcar de Barrameda, haciendo escala en Cabo Verde, de donde sale el 4 de julio, y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Explora la costa de Venezuela. El 27 de agosto llegó Francisco de Bobadilla quien, con poderes de los reyes, encarceló en un barco a los tres hermanos Colón el 15 de septiembre y los envió encadenados a la península a mediados de octubre, llegando a Cádiz el 25 de noviembre de 1500.
En el cuarto viaje, salió de Cádiz el 11 de mayo de 1502 y llegó a Santo Domingo el 29 de junio. El 17 de julio desembarca en la actual Honduras y volvió el 11 de septiembre desde Santo Domingo, llegando el 7 de noviembre a Sanlúcar de Barrameda.

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